20 de noviembre de 2010

Introspecciones





Aceptemos realidades. Todo cambia, es ley de "vida". Poniéndome quisquillosa puedo asegurarte que no todo. Estando de finales, con un horario muy flexible orientado a estudiar, en mi caso, a dormir. Hoy he ido a comer a su casa y, ciertamente, no todo cambia. Mis conversaciones con él siempre van de lo mismo. Política y más política. Hemos adquirido ese rol el uno para el otro. Mis ideologías y las suyas son polos opuestos, él lo sabe, yo te pico tú me picas. Es divertido. Llega un punto en el que da pena. Es difícil. Un hombre difícil. En el intento de be water; aceptando realidades, me saca de quicio. Ella calla. Confío tantísimo en ella. No es mi madre. Es más fácil. Créeme, no todo cambia. Esa falta de sueño que llevo encima, ese malestar que brota de ideas preconcebidas, las cosas que no (me) gustan.  Pero todo cambia. Lo hacen las personas. Sí. Esos seres habitantes del único planeta habitable. ¡Mienten! Que no nos engañen, que nos digan la verdad. Ese aparente insomnio que yo diría que más que insomnio, es mi reloj biológico, que debe haberse desprogramado. También lo hacen los sentimientos. ¡Ay! Acabo de entrar en terreno de arenas movedizas. Be water my friend. Hoy no podía más. ¡Eso no se dice, Crais! ¿Qué es eso de no poder más? Siempre se puede más y mejor. No olvidar lema: Res a mitges! Pero hoy no sé, casi que no, ¡eh! Estoy jodidamente cansada. No tengo sueño. La cabeza me juega malas  pasadas, no atiende a razones. Y me fui al gym. The Lake llevando la armonía de mis ideas. Sesión digestiva de Antony And The Johnsons. Por Santa Eulália todo rula igual que siempre, y yo, tranqui por mi camino. Alabados seáis Panasonic. Todo cambia. Las relaciones, los estereotipos, los vicios. Ai, ¿qué fue de mis vicios? Cambian las oportunidades, las segundas retroceden una posición. Lo hacen los sistemas infalibles, el poder de autosuficiencia, mi nivel de satisfacción personal. Pero bueno, no te hablo de ese porque es medio bipolar. Y no duré ni un cuarto de hora. Y subí al solárium. Y respiré. Y miré al cielo. "Anuncia lluvia", pensé. Y me tiré. ¡No mujer, no! ¿Cómo me voy a tirar? Me estremecí con el "Springing from a darkened mind (...) An Eden of that lim lake". I vaig fotre el camp. Afuera, alguno de los Anemoi soplaba a matar. Y me re-estremecí. Pasito a pasito por la Bordeta hasta la Riera. Todo cambia. Marwan tío, cada vez me gustas menos. Tokio ya no nos quiere. Si te quieres venir que sea porque no (te) da igual. Algunos/as escalan posiciones a tus espaldas. Y me acosté. No dormí. Me acosté. La Pecera de Eva es mi primer plato ante el insomnio, lo siento Sexo en Chueca. I vaig fotre el camp. Y mi jersey se enganchó en su piercing, y sangró, y toma mal sabor de boca toda la tarde. Y me fui a su casa (de otra ella), y hablamos largo y tendido. Joder, la echaba tanto de menos. Y me hizo un Cola-Cao, y me tapó con una mantita suave, y hablamos. Y luego llegó ella, la conocía de vista. Y hablamos las tres. Y ostras, ¡qué bien! Y  mi cabeza jodiendo cuando no toca. Vale Crais, respira y no pienses. Y luego les vi. No todo cambia. Siguen siendo "mis amigos". Aceptando realidades, les quiero. Les echo de menos. Y todo cambia. Vicios y pasiones, dependencias y nuevas inesperadas autosuficiencias. Y más de una necesitaría un cambio de bombillas, me refiero a las pocas luces. Y dar(me) cuenta de que se acabó el acaparar la atención, de que hay más mundo, y que cambiamos. Evolucionamos y retrocedemos. Cada cuál traqui por su camino, don't worry amigo. Polisíndeton a tope, lo habrás notado. El espejo es un fool. Según como le de la luz y lo que le ofrezca a cambio, me regala una sonrisa. Y es que he mordido la manzana. Hoy no me quiero. Mañana será otra vida. Te dije que: no quiero volver a sentir que son demonios mis deseos, que estoy viviendo porque sí, que tiembla el aire entre mis dedos. ¡Ah, claro! Ahora soy yo quién paga tu maldita sordera.

1 comentario:

  1. Reloj molón.
    Las introspecciones vienen genial para soltar todo lo que una lleva dentro. Aunque a veces parezcan un sin-sentido.


    Cada mensaje que lanzas es parte de ti.
    Quédate con el que más fuerza te dé.
    Aunque parezca que vaya a tambalearte. Y sigue caminando...
    Hay tiempo para todo. No tengas prisa, pequeña Crais.

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